El organismo de la banca multilateral presentó este 26 de septiembre el informe para Colombia sobre clima y economía. Reveladoras cifras.
En Colombia, la transición energética viene andando desde tiempo atrás, pero ahora se escuchan críticas a la intención de acelerar el proceso. Estas se basan en argumentos que señalan que, si somos bajos aportantes de emisiones que agravan el cambio climático, no tenemos por qué ser los ‘sacrificados’.
Por eso es clave revelar los resultados del informe ‘Clima y desarrollo’ presentado este 26 de septiembre por el Banco Mundial.
Un punto en el que vale la pena detenerse es en la ecuación que representa el petróleo y la minería para el país, pues es el eje de grandes controversias, de cara a una transición energética.
Así, el informe del Banco Mundial pone en la discusión el alto riesgo económico derivado de la descarbonización global. En el caso de Colombia, aunque el petróleo y la minería solo representan el 5 % del PIB del país, el petróleo y el carbón dominan las exportaciones.
Un alto costo
El dilema no sea menor. Para 2050, “la disminución de la demanda mundial de petróleo y carbón podría costarle al país alrededor del 10 % de los ingresos por exportaciones, hasta el 6 % de sus ingresos gubernamentales y hasta el 8,2 % de su PIB, además de las pérdidas del PIB ocasionadas por los daños al capital físico y la menor productividad provocada por el cambio climático”.
La idea de poner esas estadísticas en el visor no es satanizar la descarbonización, sino buscar el camino para que una eventual transición energética sea menos traumática.
Ojo. Según los análisis del Banco Mundial, “las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) en Colombia se han desvinculado del crecimiento económico en términos relativos, pero han ido aumentando en términos absolutos”.
Tomado de revista Semana
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