La compañía que lleva 120 años haciendo las cosas bien empezó en casa, en el centro de Cali con El Día, un semanario en la región.
En ese ejemplar se publicó un aviso sobre el comienzo de actividades de la Imprenta Comercial. Ese anuncio fue el primer testigo, forjado en papel y tinta, del legado que dejaría indeleble en el Valle del Cauca durante más de un siglo.
Se publicó en 1904, gracias a un esfuerzo familiar, entre tipos móviles, y una prensa tipográfica manual, soñando un mejor futuro. Esas páginas serían la semilla que germinaría en una gran organización cuya historia también cuenta la de Cali y su pujanza, y la del Valle y su potencia como región.
Desde sus inicios, hace 120 años, los fundadores de Carvajal S. A. pensaron en plantar raíces sólidas y en unas cuantas décadas, evolucionó de una pequeña imprenta a producir libros, periódicos, productos de papelería y hasta editar e imprimir el primer directorio telefónico de Colombia.
“No fue la ambición de ser los más grandes, fue la necesidad permanente de innovar y darle rienda suelta al espíritu emprendedor, que ha caracterizado a Carvajal y a su gente y que los ha impulsado a preguntarse, ¿cómo hacerlo diferente? y ¿cómo hacerlo cada día mejor?”, aseguraron sus directivas
El futuro les pisaba los talones y Carvajal respondía adelantado a su compás. Querían ser esa punta de lanza que se mantiene a la vanguardia, inquieta por buscar soluciones y productos que le apuntan a un futuro sostenible que construye región. Carvajal no se reinventa porque el entorno cambie: en su ADN está evolucionar.
Productos de Carvajal como los cuadernos Norma han sido parte de generaciones. “¿Quién no creció llevando estos cuadernos al colegio, los que eran cosidos y luego tenían argollas, inclusive hasta doble para ser plastificados?”, señala Fabiola Ruiz, hoy una abogada que recuerda aquellos útiles escolares con el sello de la empresa vallecaucana.
“Yo recuerdo que siempre nos pedían resmas de papel y ahí estaban los productos de Carvajal. Hoy se siguen usando en la oficina” comentó Antonio González, administrador de empresas.
Utilizaron la revolución digital para fortalecerse y así apostarle a toda una línea de negocio dedicada exclusivamente a pensar en los retos tecnológicos que se avecinaban y respondiendo con la transformación que los caracteriza.
Tomado de Carvajal
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